Primer viaje largo cada uno en su moto - parte 2
Instgram @cadaunoensumoto
...Los días pasaron en Pueblo Bello y el tiempo de "vacaciones" parecía que no iba a ser suficiente para poder llegar cómodamente hasta la Guajira y luego regresar a Medellín sin afanes, todo por causa de habernos quedado felices durante dos días disfrutando de la zona, así que decidimos no llegar hasta el extremo norte del país sino iniciar camino hacia el sur pero por otra ruta diferente; iríamos al lindísimo pueblo de Mompox!.
Día 5: Tomamos la ruta que va hacia Bosconia, El Difícil y Santa Ana.
Notamos todo el camino que la vía aunque está "asfaltada", tiene parches sobre los parches y huecos; está en muy mal estado, por lo que nos sacó una sonrisa y todo el tiempo agradecíamos ir en estas motos XRE300 y no en nuestra moto anterior GS500 que aunque es súmamente responsable y de reputada resistencia, es más deportiva y la suspensión te pasa factura de cansancio después de un rato.
Al llegar a Santa Ana (poco antes de Mompox) decidimos buscar hostal, ya que en plena semana santa todo estaría lleno de feligreses que vienen de todo el país para esta temporada, y mejor como quedan tan cerca pues podríamos pasar el rato y luego volveríamos nuevamente a nuestro hospedaje. Al llegar a Mompox, pudimos disfrutar de sus procesiones con todo tan preparado y sus famosas filigranas adornando los vestuarios de las estatuas que participaban, pasando a través de sus calles tradicionales y esa arquitectura mágica.
Día 6: Salimos rumbo hacia Magangué, y en vista que el puente que lleva como 20 años en construcción no lo han terminado aún, entonces teníamos que atravesar el río Magdalena en "johnson" que son unas chalupas motorizadas. Fue una experiencia espectacular, el viaje dura como media hora, la verdad es que si nuestras motos no tuvieran un buen seguro de accidentes no las habría montado ahí porque no parece que sea lo más seguro del mundo jajajajaj, creo que cualquier cosa puede pasar en esos pequeños botes.
Magangué tiene una iglesia muy bonita justo al borde del río, unos parques con mucha vida, un mercado muy desordenado en el puerto y el tránsito caótico, así que no nos logró antojar mucho, por lo que decidimos seguir, pero como no teníamos ganas de volver a casa todavía, entonces tomamos la ruta larga para regresar, que consistía en salir al atlántico por Arboletes, para luego llegar a la región del Urabá y así bajar rumbo a Medellín finalmente. Esa noche dormimos en Turbo.
La región de Urabá es fácilmente una de las más bonitas de Colombia, el clima es muy agradable porque el calor es moderado, los paisajes parecen de otro país y las carreteras están en buen estado en general.
Para terminar el recorrido, finalmente llegamos nuevamente a las típicas montañas antioqueñas. Aunque en las últimas horas del recorrido se hizo un poco más complejo porque a partir de Uramita nos tocó mucha lluvia que nos acompañó hasta Medellín.

Día 5: Tomamos la ruta que va hacia Bosconia, El Difícil y Santa Ana.
Notamos todo el camino que la vía aunque está "asfaltada", tiene parches sobre los parches y huecos; está en muy mal estado, por lo que nos sacó una sonrisa y todo el tiempo agradecíamos ir en estas motos XRE300 y no en nuestra moto anterior GS500 que aunque es súmamente responsable y de reputada resistencia, es más deportiva y la suspensión te pasa factura de cansancio después de un rato.
Al llegar a Santa Ana (poco antes de Mompox) decidimos buscar hostal, ya que en plena semana santa todo estaría lleno de feligreses que vienen de todo el país para esta temporada, y mejor como quedan tan cerca pues podríamos pasar el rato y luego volveríamos nuevamente a nuestro hospedaje. Al llegar a Mompox, pudimos disfrutar de sus procesiones con todo tan preparado y sus famosas filigranas adornando los vestuarios de las estatuas que participaban, pasando a través de sus calles tradicionales y esa arquitectura mágica.
Día 6: Salimos rumbo hacia Magangué, y en vista que el puente que lleva como 20 años en construcción no lo han terminado aún, entonces teníamos que atravesar el río Magdalena en "johnson" que son unas chalupas motorizadas. Fue una experiencia espectacular, el viaje dura como media hora, la verdad es que si nuestras motos no tuvieran un buen seguro de accidentes no las habría montado ahí porque no parece que sea lo más seguro del mundo jajajajaj, creo que cualquier cosa puede pasar en esos pequeños botes.

La región de Urabá es fácilmente una de las más bonitas de Colombia, el clima es muy agradable porque el calor es moderado, los paisajes parecen de otro país y las carreteras están en buen estado en general.
Para terminar el recorrido, finalmente llegamos nuevamente a las típicas montañas antioqueñas. Aunque en las últimas horas del recorrido se hizo un poco más complejo porque a partir de Uramita nos tocó mucha lluvia que nos acompañó hasta Medellín.
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